La etapa de floración en los cultivos es un momento crítico que determina en una gran parte la productividad del cultivo. Existen numerosos factores que influyen en este proceso, en el papel del nitrógeno como un elemento esencial y que paradójicamente su exceso puede dar lugar a un antagonismo perjudicial para la productividad de los cultivos. A continuación se describe una breve lista de los mismos.
I. El nitrógeno es parte de la base estructural de todos los tejidos de las plantas
El nitrógeno, componente fundamental de las proteínas y ácidos nucleicos, se erige como el maestro de la biosíntesis durante el ciclo de vida de las plantas. Sin embargo, durante la floración, un desequilibrio en su disponibilidad puede desencadenar una serie de eventos fisiológicos que comprometen el rendimiento final.
II. La suplencia de nitrógeno promueve crecimiento vegetativo casi siempre.
El nitrógeno, en su función promotora del crecimiento vegetativo, puede desviar recursos hacia la producción de hojas y tallos en detrimento de la formación de flores. Este antagonismo se manifiesta cuando las plantas, en su afán de alcanzar una estructura robusta, sacrifican la energía necesaria para el desarrollo óptimo de las estructuras reproductivas.
Cuando las aplicaciones de nitrógeno en un cultivo son desproporcionadas según la etapa fenológica, siempre se promoverá crecimiento vegetativo si esta aplicación ha sido excesiva tanto así que aunque la fertilización nitrogenada suele asociarse con un vigor vegetativo saludable, su exceso puede desencadenar respuestas adversas durante la floración.
III. La absorción de fósforo en el proceso de floración es un punto de central atención.
La interacción entre el nitrógeno y otros nutrientes, especialmente el fósforo, añade una capa adicional de complejidad. Un exceso de nitrógeno puede desplazar al fósforo en la absorción radicular, afectando negativamente la formación de flores al comprometer la disponibilidad de este último nutriente esencial.
IV. La producción de hormonas que regulan el ciclo de floración se ve afectada.
El antagonismo del nitrógeno también se manifiesta a nivel hormonal. Se ha observado que altas acumulaciones de nitrógeno pueden desregular la producción de hormonas como la auxina y la citocinina, influyendo en la diferenciación de los órganos reproductivos y alterando la sincronización precisa de la floración lo cual retrasa un proceso de floracion del cultivo, la ralentiza o la puede incluso inhibir.